Andrea y Hugo llevan el adn del Tango por todo el mundo

El tango es un abrazo que encierra parte del espíritu porteño y lo identifica. Se respira, se vive en clases, cenas con shows, centros culturales, clubes, tanguerías. Andrea Encina y Hugo Mingo son una pareja de Tango que contribuyen a su desarrollo llevando nuestra cultura, sentir y pasión al Mundo, y le cuentan a Infored21 cómo fue el recorrido que ya lleva cuatro décadas. Comenzaron nada más y nada menos que de la mano de Juan Carlos Copes, su maestro, cuando tenían 15 y 18 años. Trabajaron en varios teatros de la calle Corrientes, recorrieron provincias hasta que formaron parte del ballet "Danza y Amistad" y la compañía "Tango, Magia y Juventud". Luego en varios lugares típicos de San Telmo, en distintas casas de tango como "La Cumparsita", "Casa Blanca", Taconeando", " Sabor aTango", "Molliere" " Esquina Homero Manzi", entre otras.

El Tango, declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, “es un sentimiento triste que se Baila” como definiera el poeta, compositor, músico y cineasta argentino Enrique Santos Discépolo.

Andrea recuerda su primera experiencia saliendo de nuestro país: "Fue una invitación de la Universidad Católica De Chile para participar del festival de San Bernardo. Una experiencia maravillosa que tuvo a todo el público de pie. Luego vinieron las giras por Latinoamérica. Perú, Bolivia, Brasil, Ecuador y  Colombia. Comenzamos a participar de distintas compañías de tango como 'Tango Best Selection',  'Generación Tango', 'Tango Emoción', 'Sabor a Tango', haciendo giras por Italia, España, Egipto, Japón, China y Portugal".

Sus experiencias con los distintos públicos en el extranjero los hacen expertos en percibir cuando el Tango llega profundamente a sus almas. "El público Japonés por ejemplo es muy respetuoso y fanático del Tango. Nos esperaban a la salida de los teatros para firmar un autógrafo, sacarse fotos o darte un obsequio. Es mágico cuando nos preparamos para subir al escenario y la emoción nos inunda cuando el público te aplaude. Disfrutamos mucho bailar, del escenario, los aplausos, de enseñar y transmitir nuestra danza. El tango es entrega absoluta".

Para ellos el Tango es sinónimo de sentimiento que se expresa de diferentes maneras: Bailándolo, cantándolo o plasmándolo con un instrumento. "Yo creo que él público extranjero vibra con nuestro Tango y lo demuestran con sus aplausos en cada espectáculo. Cuando escuchan la orquesta sonando a pleno o una bella melodía en la voz de los cantantes, y la destreza de los bailarines, se enamoran de su danza por completo. El corazón late muy fuerte cuando suena un tango", asegura Hugo.

Entre los diferentes países que les tocó visitar y poder bailar, hubo algunos que ni siquiera se imaginaban que podían llegar a recibirlos con la pasión que despierta el Tango. "Sin duda el país más exótico que visitamos fue Egipto. Una cultura que no imaginábamos que les gusta tanto el tango, son muy conservadores y una anécdota de lo que nos tocó vivir es que antes de nuestros shows nos pedían cubrir las transparencias y los escotes de los vestidos. Es su cultura, que respetamos como ellos respetaron nuestro arte".

Hoy Andrea y Hugo siguen recorriendo el mundo y dan clases tanto para argentinos como para turistas. "Yo creo que el éxito del Tango se da por varias razones. El Tango es un sentimiento que se lleva en el alma, todo eso expresado con la magia del escenario, las luces, el vestuario, músicos en vivo, el canto y la danza se funden en una sola pasión: Se llama Tango", afirma Andrea. "Y a los turistas les atrae mucho los espectáculos de tango, los atrapa, quieren saber más de esta danza que se baila en un abrazo, los entusiasma tomar clases y se enamoran del tango".

(Para tomar clases de tango con Andrea Encina y Hugo Mingo, podés escribirles a los mails: andrea.tango@hotmail.com o hugomin@gmail.com )

 

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