Salud mental y "Alianza terapéutica": La importancia de la sanidad en el vínculo con el paciente

Por Lic. Federico Morgade (*)

“Me vi obligado a hablar de la transferencia porque solo este factor me permitió esclarecer las particularidades del análisis de Dora. Lo que constituye su ventaja (…) guarda íntima relación con su gran falla, la que llevo a la ruptura prematura”

Esta fue la frase con la que Sigmund Freud relataba su fallo terapéutico en el caso Dora debido a un obstáculo en la transferencia (término que iría mutando hasta lo que hoy en día conocemos como alianza terapéutica) denotando de esta manera la importancia de la relación psicoterapeuta – paciente. 

Podemos entender la alianza terapéutica como la conexión emocional y sentimental, el acuerdo entre los objetivos del tratamiento y los métodos que se van a utilizar para alcanzar esos objetivos que son establecidos antes y durante el tratamiento entre el paciente y terapeuta. Para los investigadores, este es uno de los factores más importantes en el tratamiento para lograr efectos beneficiosos en el mismo, indiferentemente el tipo de tratamiento o intervenciones que se realicen. Un enlace robusto permitirá que tanto el paciente como terapeuta trabajan de forma más enérgica hacia los objetivos propuestos.

Como cualquier relación humana, la alianza es dinámica, se ira modificando de sesión a sesión, donde tendrá sus altos y bajos. Estas oscilaciones pueden tener un patrón en
forma de “U”,
en cuanto en las sesiones iniciales el vínculo es fuerte, viéndose debilitado en las sesiones intermedias debido a las diferentes intervenciones que realice el
terapeuta, la temática que se esté tratando en el momento así también como el estilo de personalidad de ambos actores participantes del proceso.

Por último, la conexión mejoraría al final del tratamiento, donde los asuntos turbulentos del paciente se vieron sorteados mejorando la afinidad. Este desarrollo tiende a ser esperable y será trabajo de los partícipes de sortear estos obstáculos para que el tratamiento pueda seguir un curso favorable.

Ahora ¿Cuáles son los factores que van a determinar la relación terapéutica? Podemos considerar dos vertientes: desde el lado del terapeuta podemos considerar: 

- Atributos personales como ser amigable, confiable, flexible, cálido, así como estar entrometido en el tratamiento y enfocado en el mismo.
- Técnicas utilizadas durante el tratamiento y el momento de las intervenciones.

Por otro lado, tenemos al paciente, donde su funcionamiento interpersonal (la habilidad de establecer relaciones positivas en su vida diaria), la sintomatología
presentada (mientras mayor sintomatología, peor relación terapéutica) y las expectativas para mejorar. Todas estas variables estarán participando durante el tratamiento,
modificándose constantemente entre y durante las sesiones. 

Sin embargo, existen situaciones en donde los momentos de baja afinidad en la relación no mejoran nuevamente y concluye en lo que se denomina la ruptura terapéutica. Los
desacuerdos sobre las tareas y objetivos de la terapia o los problemas en la dimensión del vínculo (Criticas, cuestionamiento tanto del lado del paciente como del profesional) son
en su gran mayoría los causantes de esta situación que tiene como consecuencia un estancamiento en el avance de las sesiones, disminución del interés en continuar el
tratamiento, hostilidad y, en el peor de los casos, el abandono. Sera en esta situación tarea del terapeuta poder corregir el rumbo de esta indeseada situación pudiendo
reconocer la misma, entender que la genero y la está sosteniendo en el tiempo y clarificar la causa subyacente a la misma.

La ley 26.529, que regula las relaciones civiles entre profesionales de la salud mental y pacientes, brinda un marco regulatorio en cuanto esta interacción. Entre los puntos más destacados son: 

- Trato digno y respetuoso, donde el paciente tiene derecho a ser tratados dignamente indiferentemente sus convicciones personales y/o morales
- Confidencialidad, donde la información brindada por el paciente debe ser reservada y guardada por el profesional de la salud.
- Autonomía de la voluntad, en cuanto es el paciente quien acepta o rechaza los procedimientos e intervenciones para el tratamiento. 

Si durante la relación terapéutica se da un proceso de ruptura por no cumplir con estos últimos puntos, no solo se está perjudicando el tratamiento del paciente y su proceso de cura sino que también, está fallando tanto ética como legalmente

Desde los inicios de la práctica psicoterapéutica, con Freud y el icónico caso Dora como precursores, hasta el día de hoy la relación entre el profesional y el solicitante del
tratamiento es considerada por muchos como la piedra angular para no solo el mantenimiento, sino también para el avance en el tratamiento psicológico. Esto es a tal
punto, que no solo teóricos del tema desarrollaron una vasta cantidad de estudios empíricos y bibliografía del tema, sino que también, la participación legal fue necesaria
para regular e implementar la misma de manera correcta.

(*)  El Lic. Federico Morgade (MN 72.928) es co-fundador de Red de Salud Mental Argentina (RESMA)

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